La distribución urbana de productos medicinales presenta desafíos únicos:
- Diversidad de destinos: hospitales, farmacias, laboratorios, clínicas y domicilios particulares.
- Requerimientos específicos: cadena de frío, trazabilidad, horarios pactados, documentación sanitaria.
- Sensibilidad del producto: muchos insumos no toleran demoras, golpes o variaciones térmicas.
Por eso, la última milla no es solo transporte: es una operación quirúrgica en términos logísticos.
Tecnología y planificación: claves del éxito
- Plataformas de ruteo inteligente que optimizan recorridos según tráfico, clima y prioridad médica.
- Software de trazabilidad en tiempo real, con acceso directo para el cliente.
- Seguimiento satelital de vehículos y comunicación constante con los distribuidores.
- Personal capacitado en bioseguridad, atención al cliente y manejo de productos sensibles.
Esta infraestructura permite que cada entrega se realice con la máxima precisión, reduciendo errores y garantizando la satisfacción tanto del cliente como del destinatario final.